En la antigüedad, la música no era solo un pasatiempo divertido, sino un importante medio de comunicación. Los viajeros folcloristas se enteraban de las últimas noticias durante las paradas, y luego las convertían en canciones para recordarlas mejor. Por supuesto, algunas de estas historias se ajustaban un poco para adaptarse a las historias del repertorio del poeta, pero ¿quién sabía con seguridad si habían liquidado aquel dragón que estaba en la otra punta del país?